El biogás es un gas formado principalmente por metano y dióxido de carbono. Se produce a partir de la digestión anaerobia (en ausencia de oxígeno) de materia orgánica, tal como residuos sólidos urbanos, estiércol, lodos de depuradora y otros materiales biodegradables, obteniéndose además un digestato que puede aprovecharse como fertilizante. El biogás se puede utilizar directamente como gas combustible o para producir electricidad.
El biodiesel es un combustible líquido obtenido a partir de aceite vegetal, que se emplea en motores diesel; se produce también con aceites vegetales usados domésticos o bien con derivados de frituras de restaurantes o industrias.
Mediante fermentación de los azúcares del maíz, remolacha, caña, etc. se tiene bioetanol, un alcohol destinado a mezclarse con la gasolina para mejorar el índice de octano o ir directamente como combustible en motores adaptados.
La biomasa sólida de podas, leña y residuos lignocelulósicos puede utilizarse en calefacción o para la producción de electricidad y otros productos mediante combustión, gasificación, torrefacción, pirólisis, cogeneración y otras.
Estas tecnologías se caracterizan por utilizar materia orgánica como recurso de partida y se engloban en el término bioenergía. En las zonas rurales de África existen interesantes proyectos de bioenergía, conectados a iniciativas empresariales, para mejorar el acceso a la energía y contribuir a aumentar los ingresos de la población. Estufas mejoradas, gasificadores, digestores, peletizadoras empiezan a estar en el punto de mira de ONGs y emprendedores sociales locales. Las tecnologías de pequeña y mediana escala, adaptadas a los contextos en los que se implantan, en ocasiones conectadas vía móvil y acompañadas de programas de educación y capacitación están resultando un esperanzador vector de desarrollo y promoción social.
Soy Laura Vegas Magariño, de formación académica Ingeniera Química (Universidad de Valladolid, 2000), Máster en Relaciones Internacionales y Estudios Africanos (Universidad Autónoma de Madrid, 2010), DEA en Ingeniería de Procesos y Sistemas (Universidad de Valladolid, 2012). He trabajado en proyectos de investigación aplicada y desarrollo de tecnologías de bioenergía y en proyectos de cooperación internacional con África.
Puedo colaborar en la impartición de conferencias, cursos y talleres; la elaboración de materiales con fines de divulgación; la formación presencial y en línea; la elaboración de informes técnicos; la presentación de proyectos a convocatorias y líneas de financiación; el asesoramiento técnico para el pre-diseño de proyectos y la pre-selección de tecnologías de bioenergía.
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