24 de octubre de 2018, una docena de PechaKuchas en Valladolid
Siempre os digo, habrá una próxima edición si vosotros queréis, mientras haya personas que quieran subirse a contar su vida, su pasión, su idea, …, seguirá habiendo PechaKucha.
Y aunque se sobreentiende, añado ahora, quiero que siga habiendo gente, me apetece que siga habiendo PechaKucha en Valladolid, los presentadores lo saben, lo sabéis, y me hacéis sufrir edición tras edición, en los primeros días de convocatoria llegan dos, tres propuestas para animarme, después el silencio absoluto, el dar a F5 para nada, hasta el final de plazo, entonces aparecen, suena al teléfono, llega el email, incluso esta vez, rizando el rizo, un email que se perdió por el camino pero logró reconducirse.
Y finalmente, ya lo ven, tenemos la docena de pechakuchas, con algunos veteranos que repiten contando otra historia, con una persona muy especial que por fin cambia de lado de la tarima, con gente conocida, con absolutos desconocidos, pero siempre con grandes historias, 11 grandes historias de 6’40» cada una, once 20×20.
El miércoles 24 de octubre, a las 20:20, en el Pigiama, un clásico, empezaremos con Sole, que repite y está en la Gloria, Lutton y Sonia se cambian un rato de bando, Chucho deja el indie y se vuelve comercial, María Eugenia combina qué dos conceptos, Pablo y Eduardo al fin se suben tras varias intentonas y terminamos la primera parte con sexo y Lara. Tras una ronda de fermentados o destilados volvemos con un Rubén, Pedro y José, un trío de cinco, Ana nos traerá canciones vecinas, Lucas un elefante, el Sr. G viene a…. ¿? y cerrará el partido Lisandro.
Serán entonces poco más de las 22, una hora fantástica para acercarse a los presentadores, cambiar unas palabras, conocerles, contactar. Networking se le dice ahora a esto.
Y, ya lo saben, si saben de alguien con una historia que contar, llévenle, que vea lo que es un PechaKucha y se apunte al próximo volumen al de Ángel Nieto.